La fotografía en su definición más primitiva podría decirse que es la captura de un momento de nuestras vidas congelada en un…segundo.
Lo que llega a suceder unos momentos antes o unos momentos después es incierto…o quiza no.
Por si fuera poco, la fotografía nos permite captar también lo que pasa segundos antes y segundos después de un momento determinado: a través de la larga exposición.
Captar el movimiento en una fotografía añade un sentimiento, un estado de ánimo, una historia a la imágen. Pero el captarlo requiere como todo, de una técnica.
En los próximos 2 días estaré discutiendo los tipos de capturas de movimientos en las imágenes. Por ahora, les diré que se requiere, en unos casos, sólamente de una cámara. En otros, una cámara y un tripié, y en otros, una cámara, y tus manos moviéndose en dirección y velocidad de tu sujeto. Contrario a lo que se aprende, de siempre mantener la máxima estabilidad en tu cámara a como dé lugar, nos daremos cuenta de que para lograr ciertos efectos, necesitaremos movernos nosotros también junto con nuestra cámara.
Captar el movimiento en nuestras fotografías es un buen recurso de creatividad y técnica que seguramente ampliará nuestro repertorio fotográfico haciéndolo aún más interesante.
Publicado por Cayupe
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