“Siempre me ha gustado la fotografía”, comenta, “y los retratos me fascinaban particularmente. Me inspiraron las obras de grandes maestros de este género, como Avedon o Penn, y me pregunté cómo sería fotografiar el tipo de personas que ellos retrataban y si, como ellos, tuviera solo una sesión con esta persona conseguiría los resultados deseados.
Entonces era un fotógrafo desconocido, pero siempre me he movido mucho y se me dan bien las relaciones públicas, por lo que comencé a hacer llamadas y a presentar mi carpeta. Lo gracioso es que, aunque las personas que contactaba eran famosas y habían sido fotografiadas cientos de veces, casi ninguna tenía una foto realmente buena de sí misma; y eso era lo que yo estaba ofreciendo.
No recuerdo qué famoso fue el primero que retraté o cómo conseguí organizarlo, pero una vez que empecé, me fue imposible volver a dejarlo.”
WEBSITE DEL FOTOGRAFO